lunes, 25 de febrero de 2008

Primera aproximación al lenguaje simbólico

Misiones Coloniales de Chihuahua A.C. Siempre ha sostenido que para el bien hacer de la labor de restauración es imprescindible el conocimiento y manejo de la mayor cantidad de información, ya que esto lleva al arquitecto a convertir su intervención en un documento histórico lleno de respeto por sus orígenes y con la posibilidad de ser reinterpretado por futuras generaciones. Por este motivo, la organización difunde el presente documento como reflejo del proceso de investigación que se lleva a cabo en la intervención del templo de la Santa Cruz de los Tarahumares, al tiempo que se hace un llamado al a sociedad chihuahuense de ser partícipe de tan digna labor

La ardua labor evangelizadora que llevaron a cabo los misioneros en el norte de México se presentó, como en la mayoría de los territorios colonizados, con grandes riesgos, retos y desafíos que estos propagadores tenían que resolver con ingenio. Tales retos iban desde cruzar ríos desbordados, hasta caminatas por desiertos solitarios. De estos desafíos uno fue el común denominador en todos los procesos misionales, difundir el mensaje de Dios en distintos idiomas y lenguas.

En la mayoría de los casos los misioneros se preparaban estudiando la lengua de las etnias a las que iban a evangelizar. Dichas clases se impartían en colegios donde aprovechaban la disposición de los caciques y cabecillas para enseñar su lenguaje. Sin embargo en muchos de los casos el misionero entraba solo con la invitación de los indígenas, sin darle tiempo a la preparación.

No obstante al lenguaje hablado, los misioneros contaban con el apoyo de un sistema de signos y símbolos, los cuales, después de enseñarlos a los indígenas, expresaban y representaban constantemente el mensaje evangélico. Debe mencionarse que los mayores difusores de este sistema de emblemas y significados fue la Compañía de Jesús.
La simbología cristiana manejada en ese tiempo, tal vez no presentó gran oposición por parte de los nativos, ya que es bien sabido que en el paganismo se manejan una serie de simbolismos para representar las deidades, los ciclos y la vida misma, por lo que su adopción parece haber sido contundente. A diferencia de los símbolos paganos, la ubicación de de los símbolos cristianos y su interacción con el edificio, hicieron que se llevara a cabo la transmisión, con gran efectividad, de este método de comunicación.

La Misión de La Santa Cruz de Tarahumares, siguiendo éste patrón de comunicación, cuenta con una serie de símbolos y signos los cuales dan cuenta de la importancia del espacio arquitectónico y de la vida que se llevó en la misión.

A continuación se presenta una primera interpretación, tanto de los espacios arquitectónicos del templo, como el de su iconografía, para ello se realizará una descripción del significado de la arquitectura, luego se pasará a una descripción de los símbolos propios del templo.

EL EDIFICIO

La interpelación de éste comienza en su planta, la cual es cruciforme o cruz latina, teniendo por esencia representar el cuerpo de Cristo. En el acceso principal del edificio, que se encuentra en los pies de la cruz, cuenta una Concha que remata al arco de entrada. Estas “Conchas” son elementos estriados que forman la parte superior de un nicho, y generalmente realzan la importancia o santidad a quien lo ocupa. En una osada interpretación, se podría decir que al entrar al templo se le confiere a la persona cierta santidad o importancia.

La fachada principal del edificio se encuentra orientada, o sea, dando cara al este. Esta ubicación es muy común en los templos de origen cristiano, ya que este punto cobra importancia todas las mañanas, debido a que es el primer lugar del edificio donde pegan los rayos del sol. No obstante a que la fe cristiana dejó atrás los cultos solares, sí toma de éste la representación de la fuente de luz, calor y vida, del paraíso y la sabiduría; además de ser la dirección donde se encuentra Jerusalén. En el caso de Santa Cruz de Tarahumares, emplea esta peculiaridad para dar un mensaje extraordinario, debido a que los primeros rayos de sol entran por un par de aberturas sobre el coro, éstas tienen la forma de la cruz la cual se posa sobre un ovalo, y se reflejan sobre lo alto del presbiterio y al ir cambiando de posición el sol, los rayos inciden de manera que reflejan a la cruz bajando al pie del altar.

Por el contrario el muro poniente, para el cristianismo, siempre ha representado los reinos de las tinieblas y la muerte, dado a que es en éste punto donde se oculta el sol. Es en esta fachada donde se cierra el templo y probablemente se emplazaba parte del claustro.


En cuanto al muro norte, éste representó para el arte cristiano el frío y la oscuridad, debido a que no recibe directamente la luz solar, siendo representación de Satanás. Es en esta fachada donde se encuentra ubicado el baptisterio, así los bautizados eran sacados del reino de Satanás, y en su procesión desde el oriente del templo al occidente, se representaba la marcha de la vida a la muerte dentro del cuerpo de Jesús.

En cuanto al muro sur, siempre reflejó lo contrario al norte, es la fachada donde incide durante la mayor parte del día la luz solar. Este muro es la representación del reino de la gracia de Dios con su eterno calor. Es aquí donde el templo de Santa Cruz tenía acceso al patio del claustro, y al igual que la entrada principal, el arco es coronado con una “Concha”, dejando ver el estado de santidad en que se vivía dentro del claustro.

Finalmente la cúpula y “semi cúpula falsa” sobre el presbiterio, era la representación del cielo


LOS COLORES

El uso de los colores en la ornamentación de los templos, tampoco tenían una ubicación al azar, éstos poseían un significado y su relación con los otros elementos del templo. Los colores empleados en la misión de la Santa Cruz van desde el rojo hasta el amarillo, destacando el azul, ya que para la época era poco común. La relación de los colores con los motivos de la pintura mural y los elementos de ornato reflejan la interactividad simbólica de esto.
Para hacer una interpretación de los pigmentos encontrados en la misión es necesario describir su función en los elementos decorativos y otros símbolos en la pintura mural.

Amarillo.- A pesar de que en el arte cristiano el amarillo es signo de la bilis, de la amargura, de la ira, del pecado y engaño. En Santa Cruz este color esta relacionado con el oro y la gloria, con lo eterno e indestructible, por lo tanto íntimamente relacionado con la advocación del templo. Este color se encuentra sobre todo en las “conchas” y en la cornisa superior interactuando con el color marrón.

Marrón u Ocre.- es el color particular de la tierra y del otoño, representando en Santa Cruz la humildad, que en conjunto con el amarillo y al estar situado en las “conchas” y cornisas, se puede decir que para Cristo, representado en la eternidad de la cruz, las personas que entran al templo de Santa Cruz tienen un grado de santidad o de importancia y recuerda la humildad con que se lleva el cristianismo. Además de estos elementos existen dos símbolos en la entrada de la capilla del Nazareno y del baptisterio de color ocre acompañadas de amarillo, rojo y negro, estos símbolos son una Flor de Lis y un “Hato” de Trigo. El primer signo esta muy ligado con la Virgen María, siendo tal vez la indicación de que ésta era su capilla y el segundo representa el pan eucarístico y muestra la entrada al baptisterio.

Azul.- Es el color del manto de la virgen y del cielo y el agua, así como el infinito, la reflexión y la inteligencia. Este color se encuentra específicamente como fondo en dos claves de los accesos de las capillas, como fondo de dos signos característicos de la Compañía de Jesús, los cuales están en color dorado. Por lo que se concluye que éste color coloca en el infinito o a las alturas celestiales a los símbolos de María Reina y las siglas IHS, este último alegoría característica de los Jesuitas. Además de esta ubicación, el azul se encuentra cerrando por encima de las claves antes mencionadas, al entramado vegetal en el soto coro.

Dorado.- Al igual que el amarillo representa la gloria y lo indestructible, los buenos consejos y la buena calidad. Por lo tanto el par de símbolos son la gloria del templo, son las principales figuras de lo santo.


Rojo.- Significa la vida, el fuego y la sangre de los mártires, este color se emplaza en todo el edificio a través de los motivos vegetales del soto coro, capiteles y remates de las puestas de acceso a las alas del crucero. En los motivos vegetales, se entrelaza con el azul, el negro y blanco. Posiblemente es una representación entre la vida, lo celestial y las tinieblas. Aunque el blanco y el negro son para trasferirle volumen y contraste a la obra artística. En una interpretación personal, la interacción entre colores son la sangre de cristo en la cruz y su elevación al cielo, quizás el duelo de María por la muerte de su hijo.

En cuanto a su ubicación en los capiteles y remates el rojo interactúa con el negro, pero esto tal vez, sea para distinguir y dar volumen a este elemento y no romper con la decoración.

Finalmente dentro de los colores, el más representativo de los reinos de las tinieblas es el Negro, sin embargo en el templo este color aparece de manera continua, por lo que puede ser relacionado con la muerte de Jesús en la cruz.


ELEMENTOS DE CANTERA.

A pesar de haber sido descrita como una arquitectura sobresaliente, los visitadores hacían referencia a la pobreza de los materiales empleados en la construcción debido a que la mayor parte del material empleado fue adobe y madera, sin embargo Santa Cruz cuenta con una ornamentación en cantera muy rica a comparación de la mayoría de las misiones en Chihuahua.

El uso de la piedra en este templo tuvo un carácter puramente semiótico más que enriquecedor, ya que todas las piezas están situadas en los puntos que indican el cambio de espacio arquitectónico.

Portada.- en la fachada del templo se encuentra alojada su portada, la cual está dedicada a la Santa Cruz, en su basamento cuenta con columnas, que se cree, representan a los obispos quienes sostienen a su vez al nicho del Patrono. Sobre éste se encuentra una abertura del tipo “Ojo de Buey” que permite el paso de la luz hacia el interior, por encima se encuentra la cruz siendo coronada por un par de ángeles de manufactura indígena.

En el centro de la portada, en la clave del arco de acceso al templo, se encuentra la corona de María Reina y sobre ésta el lema y el emblema Jesuita “IHS “, abreviación griega de IHSOYS (Jesús) y su lema “Ad Maiorem Dei Gloriam” (a mayor gloria de dios).

En el interior, fungiendo como clave de las capillas se encuentran dos elementos decorativos del barroco, las cuales se conocen como hojas de acanto, que en una apreciación personal parecen haber sido elaboradas de tal forma que asemejen hojas de maíz, al igual que la pintura mural, haciendo de este estilo una adaptación indígena.


En la fachada Sur se encuentra la representación de Cristo a través de una pieza de cantera labrada en forma de sol, dado que este es el punto cardinal dedicado a su gloria.

En el interior del templo se encuentra en el acceso entre el presbiterio y la sala de ángeles, la representación del cordero con la cruz, indicando éste el sacrificio sin mancha de Cristo para el perdón de los pecados, por lo que en una primer interpretación se concluye que es la representación de los Padres como Jesús, ya que este acceso iba dirigido al claustro.

Encima de la clave del arco de acceso entre el ala sur del transepto y la Sala de Ángeles, se encuentra nuevamente el emblema de los jesuitas, lo que indica probablemente la entrada al claustro. En el ala norte en el mismo sitio se encuentra el símbolo de Ave Maria, que indicaba el acceso a la sacristía. En ambos accesos la clave del arco se encuentra adornada con hojas de acanto.

Finalmente se encuentran los capiteles de las columnas, los cuales representan la palabra de las sagradas escrituras y los evangelios que sostienen al cielo, que en este caso es representado por la cúpula.

El presente trabajo es el resultado de la participación de expertos y especialistas en el área de arquitectura, historia y arte, que colaborando con Misiones Coloniales de Chihuahua A.C. han demostrado la necesidad de la multidisciplina en los trabajos de conservación, y sobre todo, la necesidad de difundir a los chihuahuenses el valor de su Patrimonio Cultural para mantenerlo vivo.

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